En su compromiso por fomentar una educación técnica de calidad y una formación integral para sus estudiantes, el CFT San Agustín ha abierto sus puertas para promover el intercambio de conocimientos y experiencias a nivel internacional.
Uno de los casos más recientes es el de Alaitz Quinquilla, una joven de 25 años proveniente del País Vasco, España, quien ha podido concretar una pasantía de seis meses (extensible a tres más) en el CFT San Agustín. Esto gracias a un convenio con el Departamento de Movilidad Internacional de IKASLAN (Asociación de Centros Públicos de Formación Profesional del País Vasco), donde se gestionan becas de movilidad internacional a través del programa Global Training, financiado por el Gobierno Vasco, y que ofrece a jóvenes vascos titulados la oportunidad de realizar una formación profesional en el extranjero, con el objetivo de complementar su preparación mediante prácticas en empresas internacionales.
Alaitz es Trabajadora Social y cuenta con una formación técnica en Integración Social, además de un título en Lengua de Señas. Su llegada al CFT, específicamente a la Vicerrectoría Académica, busca aportar desde su experiencia en el acompañamiento estudiantil, fortaleciendo los procesos de apoyo a los alumnos y conociendo nuevas formas de enseñanza.
Tras recorrer las diferentes sedes y conocer las diversas unidades de la institución, Alaitz destacó la cercanía del CFT con sus estudiantes y su enfoque en el desarrollo personal:
«La educación es muy diferente. Aquí en Chile se centran en la persona y su acompañamiento, individualizándolos. Te ayudan en lo personal y a que crezcas. En España no es así, allá importa más el puntaje de ingreso, lo que hace que las personas sean consideradas solo por ese número. Me ha gustado mucho que aquí tengan una relación tan cercana con el estudiante, que los conozcan bien y los acompañen en su proceso.»
En su rol dentro del CFT, su trabajo se enfocará en fortalecer el acompañamiento estudiantil, apoyando a los alumnos desde su formación profesional y adaptándose a la identidad corporativa y normativas chilenas. Además, ha valorado enormemente el ambiente de acogida que ha encontrado en la institución:
«No esperábamos un recibimiento tan bueno. Han sido muy amables y abiertos, incluso hemos conocido las casas y familias de algunos colaboradores. En España no es tan común esa cercanía. También hay un ambiente laboral muy positivo, y para mí eso es clave, porque al estar lejos de la familia, es importante sentirme cómoda.»
Su objetivo personal es aprender y llevar consigo una nueva perspectiva sobre el acompañamiento educativo, destacando la importancia de un enfoque personalizado para atender a grupos más vulnerables.
Con iniciativas como esta, el CFT San Agustín reafirma su misión de brindar una educación integral y humana, enriqueciendo su comunidad educativa con experiencias internacionales y consolidando su compromiso con el desarrollo académico y profesional de sus estudiantes.
