La ceremonia de reflexión se dividió en tres etapas, todas inmersas en el diálogo sobre la pasión, muerte y resurrección de Jesús, con el propósito de vivir una Semana Santa más significativa.
En primera instancia, los y las participantes exploraron los sentimientos de angustia, desesperanza, decepción y dolor asociados con la pasión, simbolizados con la entrega de una semilla, representando sus propios dolores.
La segunda etapa se centró en la reflexión sobre la muerte, pérdida y ausencia, invitando a los y las participantes a depositar sus semillas en un macetero con tierra, simbolizando así el inicio de un nuevo ciclo de vida.
Para finalizar, la tercera etapa abordó la resurrección, enfocados en el sentimiento de renacer cada día como oportunidad de crecimiento personal y profesional, con la entrega de suculentas, recordando a los/as presentes la resiliencia y la capacidad de renacer cada día.
Verónica Abarca, encargada de Formación e Identidad de sede Cauquenes, expresó que «esta jornada de reflexión en Cauquenes, no solo fortaleció los lazos comunitarios, sino que también dejó una semilla de inspiración para afrontar los desafíos cotidianos con esperanza y resiliencia», concluyó.