La carrera de Técnico en Proceso y Control de Calidad Alimentaria del Centro de Formación Técnica San Agustín, sede Talca, protagonizó una jornada educativa en conmemoración del Día Mundial de la Inocuidad Alimentaria. La actividad logró convocar a gran parte de la comunidad estudiantil, promoviendo una instancia de aprendizaje colaborativo, reflexión y compromiso con las buenas prácticas del rubro alimentario.
Bajo el lema “Yo elijo Inocuidad”, se instalaron estaciones temáticas y exposiciones interactivas preparadas por los propios estudiantes, quienes abordaron conceptos clave como la higiene personal y las buenas prácticas de manufactura, las enfermedades transmitidas por alimentos (ETAs), y los principales microorganismos asociados a riesgos alimentarios. A través de recursos visuales y didácticos, los asistentes pudieron interiorizarse en estas temáticas de forma clara y participativa.
La jornada se desarrolló en un ambiente marcado por el entusiasmo, el compañerismo y la vocación por el servicio, permitiendo no solo reforzar conocimientos técnicos, sino también poner en práctica competencias transversales como la planificación, la comunicación efectiva y el trabajo en equipo, en sintonía con el sello valórico que promueve la institución.
Para Loreto Vásquez Mejías, jefa de la carrera Técnico en Proceso y Control de Calidad Alimentaria, este tipo de actividades representan un pilar fundamental en el proceso formativo:
“Desarrollar estas instancias es clave para fortalecer el aprendizaje significativo de nuestros estudiantes, ya que les permite aplicar sus conocimientos en contextos reales, fomentar el compromiso con la inocuidad alimentaria y asumir un rol activo en la educación y concientización de otros. Este enfoque también refuerza la identidad profesional y el sentido de pertenencia a una carrera que tiene un alto impacto social y productivo”.
Esta conmemoración no solo permitió visibilizar el rol clave que desempeñan los futuros técnicos en la seguridad alimentaria, sino que también reafirmó el valor de integrar experiencias prácticas en el proceso educativo. Al desarrollar actividades que conectan lo aprendido en el aula con desafíos del entorno real, el CFT San Agustín potencia una formación dinámica, contextualizada y comprometida con el impacto positivo en la comunidad y en los sectores productivos de la región.


