En empresas de producción y venta de alimentos, en las áreas de producción industrial de transformación de frutas y verduras, producción y control de calidad de productos cárnicos, envasadoras de bebidas y líquidos, empacadoras de frutas y producción de aceites, tanto para el mercado nacional como internacional. En empresas privadas dedicadas a la acreditación de normas y estándares de higiene e inocuidad de los procesos agroalimentarios o en laboratorios de análisis de productos agroalimentarios. En oficinas públicas de inspección y control de procesos agroalimentarios y de elaboración de alimentos de servicios, como el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el Instituto de Salud Pública y Secretarías Regionales de Salud, entre otras.