Un contexto territorial en que el CFT San Agustín tiene claridad, dado que en aras de querer aportar al desarrollo regional, se es parte de la Mesa Apícola del Maule; instancia donde se han expuesto algunas de estas problemáticas, como la baja producción, los bajos precios y el aún bajo grado de innovación y desarrollo de tecnología
Es en este escenario que se motivó a un grupo de estudiantes de la carrera de Técnico Agrícola del CFT San Agustín, sede Cauquenes, a explorar en diferentes dificultades del sector apícola, queriendo contribuir con posibles soluciones y su desarrollo, así se llegó al consenso de indagar en la producción de hidromiel, lo que se basa en la fermentación de agua y miel, bebida que fue elaborada en la antigüedad por griegos, romanos, celtas y, en América, por los mayas.
La apicultora de Cauquenes, Verónica Salazar, sumado el viticultor y enólogo local, Felipe Núñez, se unieron al trabajo de este grupo de estudiantes y docentes, logrando desarrollar una fórmula y un producto ajustado a la realidad local, el que sería pionero en la comuna y con la virtud de ser alternativa para agregar valor a la producción de miel.
Un producto para evaluar más aun; para que pueda llegar a ser una verdadera solución, con sello local, diferenciado, aspirando a mejorar y diversificar los ingresos de los pequeños productores apícolas y viticultores de cauquenes. “Para el CFT San Agustín, es un proceso no exento de dificultades, nuevo para todos, pero de aprendizaje en todo sentido, es especialmente relevante y ese es el valor que tiene, permite que nos vinculemos con los territorios, y así aportar al desarrollo de nuestra región”, señala Francisco Herrera, Jefe de Innovación y Emprendimiento del CFT San Agustín.



