A seis meses de su entrada en vigencia, nuestra institución ya cuenta con tres estudiantes que realizaron el cambio de nombre social, un proceso que viene a dar respuesta a una de las líneas de acción de la política de equidad de género.
El uso del nombre social podrá hacerse efectivo en registros, documentos y comunicaciones verbales y escritas a nivel institucional. Para efectuar este cambio se deberá llevar a cabo correctamente el procedimiento oficial, el cual comienza con la respectiva solicitud de la o el estudiante del uso de nombre social con la Jefatura de Carrera o Jefatura de Docencia de la sede correspondiente.
Seguidamente, el solicitante deberá llenar un formulario en el que indicará el nombre con que desea ser reconocida/o en la comunidad interna, junto con la ficha, deberá firmar una declaración jurada simple para certificar el nombre legal de la persona, acompañado de una fotocopia de cédula de identidad por ambos lados.
Enviado los documentos por parte de la jefatura de Carrera o Docencia, según sea el caso, Secretaría General revisará la solicitud a fin de verificar la validez de la solicitud. Dentro de los dos días hábiles siguientes, se remitirá la resolución interna, acogiendo o rechazando según corresponda.
Antonia Ignacia Cuitiño Fritz, estudiante de Técnico Agrícola sede Linares, fue una de las primeras personas en efectuar este trámite, quien asegura que se realizó de manera rápida y con un constante apoyo por parte de su jefatura de carrera y de toda la comunidad del CFT San Agustín.
“Todas/os son muy respetuosas/os, se siente el apoyo, porque te acompañan en todo el proceso, ese es un aspecto muy importante para quienes les cuesta expresar lo que sienten y tomar la decisión de hacer el cambio”, señaló.
Asimismo, agregó que, “pensaba que el procedimiento sería largo y tedioso, sin embargo, acá es todo lo contrario, de un día para otro ya estaba todo modificado en el sistema y mis docentes estaban al tanto de mi cambio de nombre social”.
Cabe destacar que, esta medida busca integrar a todas las personas transgénero en la comunidad educativa, promoviendo así el desarrollo de una cultura organizacional inclusiva y respetuosa.
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